Las playas de los populares destinos turísticos de México, situados en la costa del Golfo, están sufriendo un desastre ecológico: las olas arrastran a la orilla cientos de toneladas de sargazo, algas pardas, cuyas enormes masas flotan en la superficie del agua en el océano Atlántico. Se gastan enormes cantidades de dinero en limpiar la costa y eliminar las algas, y los turistas no están contentos con el aspecto de las playas.
Como informa Gotomexico.mx, las autoridades han encontrado una solución al problema y ya han comenzado a implementarla. Frente a la zona hotelera de la ciudad turística de Cancún, se ha iniciado la instalación de una barrera antialgas en el mar, cuya longitud total será de 4 kilómetros. Se trata de una red especial sujeta por pesos en el fondo, que flota en la superficie y se despliega en un ángulo de 45 grados con respecto a la costa. Esta barrera impide que las algas lleguen a las playas y las redirige hacia las corrientes predominantes.
El problema de las grandes cantidades de sargazo apareció no hace mucho tiempo, en 2014. Debido a las condiciones ambientales modificadas, las algas pardas se multiplican rápidamente, se abren desde el fondo y flotan en grandes talos en el mar Caribe y el golfo de México, lo que interfiere con el paso de los barcos y el descanso de los turistas.
México también planea instalar barreras antialgas en otros destinos turísticos. La longitud total de estas barreras en el estado de Quintana Roo será de 27 kilómetros. Se espera que el pico de infestación de algas en las playas del estado llegue en septiembre.
Fuente: viajar.ru