Se han reforzado las medidas de seguridad en la entrada a la Sagrada Familia, el monumento más popular de Barcelona. Los turistas deben pasar ahora un control de seguridad similar al de los aeropuertos.
Se han diseñado escáneres de seguridad independientes para visitantes individuales y turistas en grupos, según informa Interfax, citando a El País. Además, la catedral ha sido equipada con más cámaras que rastrean los movimientos de los visitantes y transmiten datos a un sistema de reconocimiento facial. El personal de seguridad de la catedral se ha incrementado en 12 personas. Todos estos cambios han supuesto un coste de 2 millones de euros para la administración del monumento.
Anteriormente, el control de visitantes se realizaba manualmente. Se confiscaron repetidamente cuchillos, pistolas de aire comprimido y gas pimienta a los visitantes de la catedral. Gracias al nuevo sistema de seguridad, los turistas han podido entrar a la Sagrada Familia con mayor rapidez, una novedad muy bienvenida para los visitantes durante la temporada alta.
Fuente: viajar.ru