Cristóbal Colón es considerado el descubridor oficial de América, pero este gran navegante también descubrió muchas otras tierras nuevas para los europeos. Cuba, Haití, Jamaica, Puerto Rico, las Antillas Menores y las Bahamas son sólo una pequeña lista de sus logros.
En la misma fila se encuentra un archipiélago situado en el mar Caribe, a 97 kilómetros al sur de la costa central de Cuba. Fue descubierto en 1494, durante la Segunda Expedición de Colón, y recibió el nombre en honor a la Reina de España: Jardines de la Reina. El archipiélago incluye alrededor de tres docenas de islas ordinarias, prácticamente deshabitadas (solo 12 personas viven en una superficie total de 175 kilómetros cuadrados), así como numerosos bancos de arena que forman pequeñas islas sobre los arrecifes de coral.
Las islas vírgenes, intactas por el hombre, donde crecen matorrales de manglares impenetrables, habitados por cocodrilos, tortugas, iguanas y otros representantes de la fauna, realmente pueden compararse con hermosos jardines, pero la principal belleza de Jardines de la Reine resultó estar bajo el agua: es un arrecife de coral que se extiende por casi 150 kilómetros.
En 1996, Cuba incluyó el archipiélago y sus aguas en un parque nacional. Los turistas vienen aquí para bucear, lo que les permite admirar la increíble vida marina. Bucear aquí es seguro y está protegido de las fuertes corrientes marinas, la temperatura del agua es cómoda: de +26 a +29 ºC, la visibilidad es de más de 30 metros.
Esta área protegida tiene una superficie total de 2170 km2. No hay hoteles en kilómetros a la redonda (sólo es posible alojarse a bordo del hotel flotante "Tortuga" o de varios barcos vida a bordo) y la pesca industrial está prohibida, lo que ha ayudado a preservar el diverso y colorido mundo submarino. El arrecife está habitado por esponjas, corales, moluscos, medusas y peces, incluidas varias especies de tiburones.
Grabación de vídeo: Alexéi Tishchenko. Instalación: Nikolay Denisov Y Konstantín Redko. Foto: Oleg Gaponyuk
Fuente: viajar.ru