
La diversidad de fauna en Islandia es escasa. Ovejas, caballos, ballenas, focas, roedores… El mayor depredador es el zorro ártico. Lo contrario ocurre con las aves. Situada en una ruta migratoria, la isla alberga varios cientos de especies. Claro que, para ver la mayoría, habría que salir a explorar. Pero algunas especies se encuentran literalmente por todas partes.

Como en cualquier costa, lo primero y más importante es la gran variedad de gaviotas. Gaviotas tridáctilas, gaviotas sombrías, gaviotas comunes y muchas otras especies se encuentran aquí en abundancia.

Fulmares. Por cierto, técnicamente los fulmares no son gaviotas. Pertenecen a la familia de los petreles.

Desde la distancia, con una silueta que recuerda a la de los pterodáctilos, los petreles grises sobrevuelan la zona durante largos periodos.

Los ostreros son una especie común en Islandia. Incluso la más mínima perturbación los hace sobrevolar la zona emitiendo fuertes graznidos. Y si uno se acerca demasiado a sus nidos, aterrizarán cerca y simularán estar heridos, ahuyentando así cualquier posible amenaza.

Las agachadizas hurgan entre las algas podridas de las orillas.

Correlimos marinos.

Herbalista.

Falaropo picofino.

Los éideres se encuentran en abundancia.

Los araos comunes y los alcas comunes anidan en las rocas.

Y en la hierba hay miles de charranes árticos, que son bastante agresivos y no temen ni a las personas ni a los coches.

Los colimbos árticos incuban a sus polluelos en remansos tranquilos.

Cisnes cantores vecinos.

Pero la verdadera estrella de este reino alado es un pequeño pájaro blanco y negro de mirada triste y gran pico rojo. El símbolo de Islandia es el frailecillo atlántico.

Los frailecillos pueden observarse en muchos lugares a lo largo de la costa islandesa. Los más accesibles son los acantilados de Dyrhólaey en la costa sur, un pequeño cabo en la costa de Borgarfjörður cerca del pueblo de Bakkagerði y los acantilados de Látrabjarg en los Fiordos del Oeste.

Los colibríes anidan en madrigueras. Esta ave es una verdadera ingeniera minera; la longitud de sus madrigueras puede alcanzar varios metros. En el hábitat de una colonia de colibríes, el suelo puede estar plagado de extensas redes de túneles.

Los frailecillos se reúnen en la costa al atardecer; durante el día se alimentan en el mar.

Los frailecillos se alimentan de peces pequeños. La estructura de su pico les permite cazar sin soltar a la presa. Utilizan la lengua para empujar el pez más adentro del pico y presionarlo contra las espinas de la mandíbula superior.

Rara vez se ve a un frailecillo con una sola presa.

Normalmente, un buen puñado de peces, crustáceos o moluscos cuelga de ambos lados del pico.

Los frailecillos adquieren su plumaje vibrante en primavera, al inicio de la época de cría. En otoño, tras la muda, el pico rojo se torna gris y desaparecen los triángulos alrededor de los ojos que les dan un aspecto triste.

Pero el frailecillo con su plumaje invernal se ve muy raramente; en otoño el ave migra al mar y no aparece en tierra hasta la siguiente temporada de cría.


Fuente: viajar.ru