
Las autoridades florentinas han prohibido la comida callejera en las calles turísticas más populares del centro histórico de Florencia. La prohibición entró en vigor el martes 4 de septiembre, según informa The Local.
Comer para llevar, fuera de restaurantes y cafeterías, ahora está prohibido en Via de Neri, Piazzale degli Abruzzi, Uffizi, Piazza del Grano y Via della Ninnai. Las restricciones estarán vigentes durante al menos los próximos cuatro meses, de 12:00 a 15:00 y de 18:00 a 22:00. Los infractores se enfrentan a una multa de hasta 500 €.
La iniciativa se implementa para aliviar las aglomeraciones de turistas en las calles y reducir la cantidad de basura en los puestos de comida callejera. La prohibición surgió a raíz de las quejas de una asociación de vecinos sobre la basura en el centro de la ciudad, así como sobre las grandes aglomeraciones y, en consecuencia, el comportamiento disruptivo.
La policía supervisa la aplicación de la nueva normativa y, de jueves a domingo, voluntarios se unirán a los guardianes del orden.
"Esta no es una medida punitiva, sino disuasoria", declaró el alcalde Dario Nardella en sus redes sociales. "Si los turistas se comportan como en casa, siempre serán bienvenidos". Sin embargo, no todos estuvieron de acuerdo con su declaración. Los usuarios le preguntaron con frecuencia por qué Florence no tiene más bancos, baños públicos y papeleras.
Esta prohibición no es la primera medida de las autoridades locales contra la comida callejera. El año pasado, el alcalde Nardella prohibió comer en las escaleras de iglesias y templos. Incluso antes, Roma impuso multas por hacer picnics cerca de fuentes y monumentos históricos. Muchas ciudades italianas populares llevan años luchando por conciliar el creciente número de turistas con los intereses de los residentes locales. Al parecer, esto está resultando una tarea difícil.
Fuente: noticias.turizm.ru