Con el apenas audible traqueteo de las ruedas, el tren me lleva por las vías suizas. ¿Adónde? ¡A Wengen! Un pequeño pueblo perdido en los Alpes berneses.
Wengen se encuentra a 1274 metros de altitud, al pie de los montes Eiger, Mönch y Jungfrau, a 400 metros sobre el valle de Lauterbrunnen. Desde el momento en que se descubre el valle, la experiencia es realmente impresionante.
Para un bárbaro, la coexistencia de tanta belleza y civilización parece increíble. El valle, encantador, se disuelve entre las nubes. Viajamos más lejos, y más alto.
Wengen se menciona por primera vez en documentos oficiales en 1268 como una comunidad agrícola de montaña. Durante siglos, los habitantes de esta zona se dedicaron principalmente a la agricultura. A principios del siglo XIX, comenzaron a llegar los primeros turistas a la región, inspirados por "Historia de un viaje de seis semanas" de Mary y Percy Shelley y "Manfred" de Byron, que describían estos maravillosos lugares de forma dramática.
El primer hotel, el Launerhaus, se construyó en Wengen en 1859. La construcción del Wengernalpbahn (1890), una línea ferroviaria que conectaba el valle de Lauterbrunnen con Wengen y posteriormente con la estación de Kleine Scheidegg, incrementó significativamente el tráfico turístico. Claro que, antes, los huéspedes tenían que subir por un sendero de montaña hasta Wengen.
A principios del siglo XX, el esquí alpino se desarrolló en Wengen, en gran parte gracias a los turistas ingleses, que fueron los primeros en adoptar este novedoso pasatiempo.
¿Qué diferencia a Wengen de la mayoría de las ciudades alpinas europeas? Aquí no hay carreteras, solo ferrocarril. Todos los suministros y equipos se entregan en plataformas ferroviarias especiales o, en casos extremos, en helicóptero.
Los coches están prohibidos en Wengen. Un par de microcoches de agricultores locales circulan por las afueras. ¡Pero nada más! Los coches eléctricos transportan a los huéspedes desde los numerosos hoteles hasta la estación. ¿Hay muchos lugares así en el mundo?
Oficialmente, el pueblo no tiene más de 1300 habitantes, pero en invierno la población aumenta a 10 000 gracias al turismo. También hay bastantes en verano.
Wengen es la principal ciudad de la región de esquí de Jungfrau, famosa no solo por sus pistas negras de gran altitud, sino también por ser sede de una de las etapas más espectaculares de la Copa del Mundo de Esquí Alpino. El descenso de Lauberhorn se considera, con razón, uno de los más rápidos y peligrosos del mundo, además de ser el más largo. Los esquiadores alcanzan una increíble velocidad máxima de 158 kilómetros por hora.
Para quienes no les interesen los deportes, hay mucho que hacer en Wengen además de comer y explorar los alrededores. Un pasatiempo favorito entre los turistas es la épica subida en el Jungfraubahn hasta la estación de tren más alta de Europa, Jungfraujoch, ubicada a 3454 metros. Esta estación también es conocida como la "Cima de Europa".
Wengen es un conjunto de chalets y hoteles alpinos repartidos por las laderas de las montañas, además de una calle central repleta de escaparates de tiendas de recuerdos e iluminada por las luces de los restaurantes.
Algunos de los hoteles son bastante económicos, algo que no esperarías de un lugar tan hermoso y apartado en los Alpes berneses.
Fuente: viajar.ru
